Dos de los mejores oradores gallegos son alumnos del colegio La Salle de Santiago

Cerca de un centenar de estudiantes de bachillerato de 19 colegios e institutos gallegos participaron este año en el Parlamento Xove, una competición de debate organizada por la Consellería de Política Social. Divididos en equipos de cuatro componentes, debían convencer al jurado de que es necesaria una regulación propia para los youtubers e influencers, o todo lo contrario. Entre los alumnos de 16 a 18 años, hubo cuatro oradores especialmente elocuentes, de los cuales dos estudian en el mismo centro. Son Andrés Collantes Barros y Blanca Noya Juncal, de La Salle de Santiago. Ambos cursan primero de bachillerato, aunque no van a la misma clase, y formaron parte de equipos rivales.

Andrés Collantes y Blanca Noya fueron seleccionados por el jurado entre los cuatro mejores oradores del Parlamento Xove en su categoría. El equipo de Andrés quedó en segundo lugar en la competición de debate gallega y el de Blanca sexto, si bien es cierto que se habían preparado como equipo suplente del centro y hasta una semana antes no supieron que participarían los dos.

El de ella, bajo la coordinación del profesor José Feijoo, tuvo que defender la postura a favor; y el de él, coordinado por Xan Guillén, en contra. Los dos estudiantes tenían claro que el otro se llevaría una mención especial a nivel individual, aseguran, pero no estaban tan convencidos de que ellos mismos lo lograrían. «Del admiro a súa labia. Pode estar vendendo a cousa máis ridícula do mundo, pero é capaz de crelo e vendelo a calquera», dice sobre su compañero Blanca. «Dela admiro esa calma e ese ton tan explicativo seu. Eu son máis agresivo e, sen embargo, ela leva todo ao seu terreo dentro desa calma», destaca Andrés, quien —a diferencia de ella— ya había participado antes en este certamen de debate y repara en que «este ano notouse moitísimo máis nivel», tanto en las capacidades expresivas como en las investigaciones previas que realizaron para la defensa del tema.

Hasta cinco minutos antes del encuentro no sabían qué postura debían adoptar, por lo que empezaron a documentarse ya en las vacaciones de Navidad. Para Andrés, este es uno de los mayores aprendizajes porque «se desenvolve o espírito crítico e aprendes a valorar as fontes de información […] e, cando preparas dúas posturas, ves que non todo é como pensabas ao principio». «O feito de afondar nun tema axuda a ver que o che parecía obvio ao comezo ten tamén outra cara», añade Blanca. Coinciden también en atribuir gran parte de su logro individual al resto de componentes de sus equipos: «Esta é unha tarefa en equipo, é básico ter confianza no resto, resaltar as calidades de cada un no seu campo e axudar a resolver os problemas que se lle presenten aos compañeiros».

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